Si buscas ampliar el espacio de tu habitación, aquí te proponemos algunos tips y soluciones económicas y cargadas de creatividad, para que no solo ordenes tu habitación, sino también tus sentimientos. El ambiente que nos rodea influye enormemente en nuestra psiquis, así como la actividad de ordenar es un ejercicio relajante y propicio para reflexionar sobre qué sobra y qué falta en tus días.

Lo primero es minimizar el desorden, la limpieza es tu principal aliada. Procura ubicar los muebles más pequeños lejos de los bordes, mientras que los más grandes deben estar cerca de estos, evitando así que bloqueen la vista y facilitando el paso. Pero lo más importante, es tener pocos muebles, pues la capacidad de moverse sin elementos que estorben en un espacio, favorece a la sensación de libertad.

Para no abarrotar la habitación, encárgate de decorarla con muebles multipropósito que tengan las patas altas para que la luz pase debajo de
ellos. Los estantes en las paredes con compartimientos de almacenaje son, definitivamente, una opción acertada a la hora de optimizar los espacios. Úsalos siempre en lugar de elementos decorativos que solo roban claridad.

Aprovecha las zonas estrechas y crea libreros flotantes. Ubícalos pegados al techo y a los cuadros dales su lugar cerca del suelo. Otras de las ventajas que tiene el uso de estantes, es que puedes colocarlos dentro de los armarios y hacerlos plegables. Recordemos que lo esencial es liberar el suelo y aprovechar entonces todos aquellos sitios que te dicte tu creatividad, como el techo, pintado de un color más oscuro que el resto de la habitación, y ocupado con algunos accesorios.

¡Calma!, no te asustes. Si eres de baja estatura, puedes dejar en lo alto lo que uses con menor frecuencia, y pones a tu alcance otras cosas que forman parte de la cotidianeidad. Entre tanto, si eres alto, de acuerdo a tu gusto puedes colocar, incluso una bicicleta sujetada por cuerdas y poleas.

Todo este aprovechamiento del techo, crea una ilusión que atrae la mirada hacia arriba y provoca que nos sintamos en un espacio ampliado. Si bien recomendamos que el techo sea de un color oscuro, te aclaramos que no debe ocurrir esto con el resto de las paredes, sino que resultan más provechosos los tonos fríos, claros, los cuales añadirán luz, como matices crema y blanco.

Intenta además, que los muebles tengan un mismo color, y ubica un objeto, ya sea la almohada, un mantel, un tazón, un juguete que destaque por su colorido. Pero uno, ¡solo uno! A ello le sumamos que los adornos de vidrio, como floreros, mesas, joyeros son ideales, pues al dejar que la luz los traspase, no ocupan mucho espacio visual.

Los espejos son también una buena opción, puedes crear un diseño original con algunos pequeños o bien colocar uno de cuerpo entero para que el cuarto se vea más largo y alto, o frente a una ventana, para provocar la sensación de profundidad.

Mantén siempre la habitación iluminada, sobre todo con ventanas amplias y sin cortinas ya que estas bloquean la entrada de luz natural y de la ventilación. Siempre ten en cuenta que lo impresionable es tu toque personal, un poco de tu yo interior convertido en arte y utilidad.